Todos los 29 de Octubre se celebra el Día Mundial del ACV la misma se creó para brindar información a la comunidad ya que alrededor 15 millones de personas sufren un accidente cerebrovascular (ACV) cada año en todo el mundo, afirma la Organización Mundial de la Salud (OMS). De ellos, más de cinco millones mueren y otros cinco millones quedan discapacitados en forma permanente. Los ACV constituyen junto al infarto de miocardio las principales causas de muerte, “donde el riesgo de sufrir estas afecciones aumenta en los varones de edad madura, así como en las mujeres después de la menopausia”, confirmó el médico especialista en Endocrinología y Metabolismo, Sergio Schlimovich.
A su vez se estima que en el país más de 18 mil personas mueren al año por esta causa. En el Día Mundial del ACV, una encuesta reveló que cada vez se conocen más las señales de alerta, pero aún hay desconocimiento sobre la importancia de recibir atención a tiempo. Cómo reconocer si alguien está sufriendo un ataque cerebral.
¿Qué es el ataque cerebral?
El ataque cerebral, es una afección causada por la súbita pérdida de flujo sanguíneo cerebral (isquémico) o por el sangrado (hemorrágico) dentro de la cabeza.
Cualquiera de las dos situaciones puede provocar que las neuronas se debiliten o mueran, ya que sin oxígeno las células nerviosas no pueden funcionar. Las partes del cuerpo controladas por las regiones del cerebro afectadas, consecuentemente, también dejan de funcionar.
Los efectos de un ataque cerebral son a menudo permanentes, ya que las células cerebrales muertas no se pueden reemplazar.
Afortunadamente, por medio del reconocimiento temprano de los signos de un ataque cerebral y la búsqueda inmediata de atención médica se pueden reducir considerablemente las posibilidades de muerte y discapacidad.
Ataque cerebral isquémico
Ataque cerebral hemorrágico
¿Cuáles son los síntomas de un ataque cerebral?
Los nuevos tratamientos sólo funcionan si son aplicados dentro de las tres primeras horas de presentados los síntomas iniciales, entre los que se cuentan:
Falta de sensación, debilidad o parálisis repentinas en la cara, el brazo o la pierna, especialmente en un lado del cuerpo. Se trata del síntoma más frecuente.
Confusión súbita, problemas repentinos para hablar o entender.
Problemas repentinos para ver con uno o los dos ojos.
Dificultades para caminar, mareo, vértigo, pérdida del equilibrio o falta de coordinación.
Dolor de cabeza súbito y de máxima intensidad.
¿Qué hacer cuando ocurre un ataque cerebral?
Si usted está junto a una persona que ha sufrido un ataque cerebral lo primero que debe hacer es acostarlo con un almohadón o varias almohadas, asegurándose de que evitar que se caiga. La persona debe permanecer sobre uno de sus costados para evitar que la saliva o un eventual vómito se dirijan a la vía respiratoria.
inmediatamente debe llamar al servicio de emergencias público (SAME o similar) o privado (de su obra social, prepaga o mutual), aclarando al operador que la persona ha sufrido un ataque cerebral, lo que constituye una emergencia neurológica y requiere el envío de una ambulancia con código rojo.
Mientras espera la llegada de la ambulancia no proporcione al paciente ningún tipo de medicación. Debe evitar el uso de aspirina o cualquier medicación habitualmente indicada para el descenso de la presión arterial (antihipertensivos). No debe bajarse la presión arterial ni siquiera cuando la víctima tenga valores inusualmente elevados. Esta es una tarea que solo compete al equipo médico y en el contexto hospitalario adecuado.
Si la persona es diabética, debe controlar su glucosa en sangre mediante la tira reactiva. Solo en el caso de que la glucosa sea menor de 80 mg/dl deberá proporcionarle algún alimento o bebida con azúcar. Para ello la persona deberá estar perfectamente sentada, despierta y con el mentón lo más pegado al tórax posible.
Recuerde y si puede anote la hora exacta de comienzo de los síntomas.
Existen dos tipos de factores de riesgo para el ataque cerebral: controlables y no controlables. Los primeros son bastante conocidos por la población, debido a que son los mismos que para la enfermedad coronaria y el infarto cardíaco.
Factores de Riesgo Controlables
Hipertensión Arterial. Es el factor de riesgo más frecuente; está presente en casi el 80% de los pacientes que sufren un ataque cerebral en la Argentina.
Diabetes. El control de la diabetes es esencial. En la Argentina, el 22% de los pacientes que sufren un ataque cerebral es diabético.
Alcoholismo. El consumo excesivo de alcohol tiene una estrecha relación con el riesgo de sufrir hemorragias cerebrales.
Cigarrillo. El riesgo de sufrir un ataque cerebral aumenta entre un 50% y un 70% en fumadores y el impacto es mayor en mujeres.
Colesterol elevado. El colesterol aumenta el riesgo de que se tapen las arterias, incluidas las que van al cerebro.
Otros factores de riesgo que pueden ser controlados incluyen:
Sedentarismo. La falta de actividad física puede aumentar el riesgo de enfermedades cardiovasculares.
Drogas ilícitas. La cocaína y otras drogas se asocian a una mayor frecuencia de ataques cerebrales.
Obesidad. La obesidad es un importante factor de riesgo y su presencia potencia a otros factores.
Factores de Riesgo No-Controlables
Adicionalmente existen factores de riesgo no controlables.
Es importante reconocerlos para poder identificar individuos con un mayor riesgo de sufrir un ataque cerebral:
Edad. El riesgo de sufrir un ataque cerebral se duplica a partir de los 55 años de edad.
Género. Los hombres tienen mayor riesgo con respecto a las mujeres.
Herencia. Las personas con antecedentes familiares de enfermedad coronaria o cerebrovascular constituyen un grupo de mayor riesgo.
Antecedentes personales. Quienes ya sufrieron un ataque cerebral tienen mayor riesgo de tener otro.
¿Cómo puede prevenirse el ataque cerebral?
Si bien el riesgo de sufrir un ataque cerebral no puede eliminarse por completo, puede trabajarse para disminuir la probabilidad de sufrir un evento mediante:
Controles médicos regulares.
Estricto control de la presión arterial.
Abandono total del cigarrillo.
Optimización y seguimiento médico de la dieta.
Ejercicio físico bajo supervisión médica.
Control estricto de la diabetes.
Control y tratamiento de las enfermedades del corazón
A su vez se estima que en el país más de 18 mil personas mueren al año por esta causa. En el Día Mundial del ACV, una encuesta reveló que cada vez se conocen más las señales de alerta, pero aún hay desconocimiento sobre la importancia de recibir atención a tiempo. Cómo reconocer si alguien está sufriendo un ataque cerebral.
¿Qué es el ataque cerebral?
El ataque cerebral, es una afección causada por la súbita pérdida de flujo sanguíneo cerebral (isquémico) o por el sangrado (hemorrágico) dentro de la cabeza.
Cualquiera de las dos situaciones puede provocar que las neuronas se debiliten o mueran, ya que sin oxígeno las células nerviosas no pueden funcionar. Las partes del cuerpo controladas por las regiones del cerebro afectadas, consecuentemente, también dejan de funcionar.
Los efectos de un ataque cerebral son a menudo permanentes, ya que las células cerebrales muertas no se pueden reemplazar.
Afortunadamente, por medio del reconocimiento temprano de los signos de un ataque cerebral y la búsqueda inmediata de atención médica se pueden reducir considerablemente las posibilidades de muerte y discapacidad.
Ataque cerebral isquémico
Ataque cerebral hemorrágico
¿Cuáles son los síntomas de un ataque cerebral?
Los nuevos tratamientos sólo funcionan si son aplicados dentro de las tres primeras horas de presentados los síntomas iniciales, entre los que se cuentan:
Falta de sensación, debilidad o parálisis repentinas en la cara, el brazo o la pierna, especialmente en un lado del cuerpo. Se trata del síntoma más frecuente.
Confusión súbita, problemas repentinos para hablar o entender.
Problemas repentinos para ver con uno o los dos ojos.
Dificultades para caminar, mareo, vértigo, pérdida del equilibrio o falta de coordinación.
Dolor de cabeza súbito y de máxima intensidad.
¿Qué hacer cuando ocurre un ataque cerebral?
Si usted está junto a una persona que ha sufrido un ataque cerebral lo primero que debe hacer es acostarlo con un almohadón o varias almohadas, asegurándose de que evitar que se caiga. La persona debe permanecer sobre uno de sus costados para evitar que la saliva o un eventual vómito se dirijan a la vía respiratoria.
inmediatamente debe llamar al servicio de emergencias público (SAME o similar) o privado (de su obra social, prepaga o mutual), aclarando al operador que la persona ha sufrido un ataque cerebral, lo que constituye una emergencia neurológica y requiere el envío de una ambulancia con código rojo.
Mientras espera la llegada de la ambulancia no proporcione al paciente ningún tipo de medicación. Debe evitar el uso de aspirina o cualquier medicación habitualmente indicada para el descenso de la presión arterial (antihipertensivos). No debe bajarse la presión arterial ni siquiera cuando la víctima tenga valores inusualmente elevados. Esta es una tarea que solo compete al equipo médico y en el contexto hospitalario adecuado.
Si la persona es diabética, debe controlar su glucosa en sangre mediante la tira reactiva. Solo en el caso de que la glucosa sea menor de 80 mg/dl deberá proporcionarle algún alimento o bebida con azúcar. Para ello la persona deberá estar perfectamente sentada, despierta y con el mentón lo más pegado al tórax posible.
Recuerde y si puede anote la hora exacta de comienzo de los síntomas.
Existen dos tipos de factores de riesgo para el ataque cerebral: controlables y no controlables. Los primeros son bastante conocidos por la población, debido a que son los mismos que para la enfermedad coronaria y el infarto cardíaco.
Factores de Riesgo Controlables
Hipertensión Arterial. Es el factor de riesgo más frecuente; está presente en casi el 80% de los pacientes que sufren un ataque cerebral en la Argentina.
Diabetes. El control de la diabetes es esencial. En la Argentina, el 22% de los pacientes que sufren un ataque cerebral es diabético.
Alcoholismo. El consumo excesivo de alcohol tiene una estrecha relación con el riesgo de sufrir hemorragias cerebrales.
Cigarrillo. El riesgo de sufrir un ataque cerebral aumenta entre un 50% y un 70% en fumadores y el impacto es mayor en mujeres.
Colesterol elevado. El colesterol aumenta el riesgo de que se tapen las arterias, incluidas las que van al cerebro.
Otros factores de riesgo que pueden ser controlados incluyen:
Sedentarismo. La falta de actividad física puede aumentar el riesgo de enfermedades cardiovasculares.
Drogas ilícitas. La cocaína y otras drogas se asocian a una mayor frecuencia de ataques cerebrales.
Obesidad. La obesidad es un importante factor de riesgo y su presencia potencia a otros factores.
Factores de Riesgo No-Controlables
Adicionalmente existen factores de riesgo no controlables.
Es importante reconocerlos para poder identificar individuos con un mayor riesgo de sufrir un ataque cerebral:
Edad. El riesgo de sufrir un ataque cerebral se duplica a partir de los 55 años de edad.
Género. Los hombres tienen mayor riesgo con respecto a las mujeres.
Herencia. Las personas con antecedentes familiares de enfermedad coronaria o cerebrovascular constituyen un grupo de mayor riesgo.
Antecedentes personales. Quienes ya sufrieron un ataque cerebral tienen mayor riesgo de tener otro.
¿Cómo puede prevenirse el ataque cerebral?
Si bien el riesgo de sufrir un ataque cerebral no puede eliminarse por completo, puede trabajarse para disminuir la probabilidad de sufrir un evento mediante:
Controles médicos regulares.
Estricto control de la presión arterial.
Abandono total del cigarrillo.
Optimización y seguimiento médico de la dieta.
Ejercicio físico bajo supervisión médica.
Control estricto de la diabetes.
Control y tratamiento de las enfermedades del corazón
Acá les dejo unos vídeos.
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